Economista y filósofo escocés. Es el fundador de la economía política. Analiza la ley del valor y enuncia la problemática de la división de clases.
Adam Smith considera el capitalismo como el estadio natural de las relaciones sociales. De hecho, fundó el liberalismo económico. En su obra principal " Investigaciones sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones " el laissez faire aparece como el motor del progreso económico.
EL PADRE DE LA ECONOMIA POLITICA
Adam Smith nació en 1723 en Escocia. Su padre, juez y oficial de aduanas, murió al nacer él. Su madre lo educó en Kilcardy. A los catorce años entró en la Universidad de Glasgow, donde tomó contacto con Francis Hutcheson, que también había sido profesor de David Hume. Hutcheson tuvo mucha influencia sobre Smith y le debe en gran parte sus ideas sobre la libertad política.
En 1740, Adam Smith ganó una beca para Oxford, pasando los años siguientes en el Balliol College. Oxford estaba en decadencia y, a pesar de que recibió poca educación formal, hizo un buen uso de su tiempo y leyó mucho.
En 1747 volvió a Kilcardy y, poco después, empezó a dar clases en la Universidad de Edimburgo. Pocos años después fue nombrado catedrático de Lógica de la Universidad de Glasgow, pasando a la Cátedra de Filosofía Moral cuando quedó vacante en 1752.
Sus clases en Glasgow dieron lugar a una de sus principales obras, The Theory of Moral Sentiments, que se publicó en 1759. Este libro tuvo mucho éxito y fue a parar a manos de Charles Townshend, el político, que quedó tan impresionado, que ofreció a Adam Smith el cargo de tutor del joven duque de Buccleuch. Smith aceptó la oferta, dimitió de su cátedra en 1764, iniciando un gran viaje alrededor de Europa con el duque.
Jean-Baptiste Say
(Lyon, 1767 - París, 1832) Economista francés. Este empresario de origen protestante fue el primer profesor de economía política de la Europa continental. Fue el gran divulgador fuera de Gran Bretaña de las ideas liberales de la escuela clásica y, muy particularmente, de su obra fundacional: La riqueza de las naciones, de Adam Smith. Say publicó en 1803 un Tratado de economía política que cumplió esa misión de dar a conocer la nueva ciencia, empleándose como libro de texto en toda Europa y en Norteamérica hasta finales del siglo XIX.
Fue también un pensador original, que se permitió añadir algunos retoques al sistema clásico. Uno de los más importantes fue el descubrimiento de la figura del empresario como factor fundamental de la producción en un medio capitalista; partiendo de su experiencia personal en los negocios, definió el empresario como el personaje que asume la responsabilidad, la dirección y, por tanto, el riesgo de las actividades productivas, que puede ser una persona distinta de quien pone el capital.
Otra innovación de Say fue la introducción del concepto de utilidad como determinante de la demanda de los bienes y, por tanto, de su precio; no llegó, sin embargo, a defender una teoría subjetiva del valor, que le habría llevado a contradecir los fundamentos de la economía clásica.
Pero, sobre todo, Jean-Baptiste Say es recordado por la ley de los mercados o ley de Say, que asegura que en un mercado libre es imposible una crisis general de superproducción, ya que la oferta crea su propia demanda (o sea, que toda actividad productiva genera rentas, salarios y beneficios suficientes para adquirir los productos que lanza al mercado).
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